En los últimos años el mundo de la alimentación animal ha vivido un importante avance al penetrar en el mercado toda una gama de piensos de diferentes marcas y compañías con un diseño mucho más acorde a la anatomía del animal, con más proteína y sin cereales de relleno. La plataforma on line www.okmascota.es contribuye a mejorar la distribución de estos piensos, muy populares en países europeos como Alemania o los países nórdicos, pero con escasa penetración en las grandes superficies españolas. “Nuestra apuesta es firme por este tipo de piensos porque se ha demostrado que son mucho más sanos para los animales. Además de carecer de conservantes, colorantes y saborizantes artificiales, contienen un alto porcentaje de proteína de origen animal y poco o nulo cereal, ajustándose a la anatomía del animal y reduciendo de esta manera alergias, problemas digestivos o enfermedades como la diabetes a largo plazo. Además toda la carne que contienen no está elaborada con desechos. Se les denomina coloquialmente piensos sin picos ni patas”, explica Pedro Arce, director de www.okmascota.es.
Las ventajas de este tipo de piensos radica en que, como animales carnívoros que son, los perros y los gatos están preparados para alimentarse fundamentalmente a base de proteínas y no de carbohidratos. Esto es así porque tienen el sistema digestivo corto, y además carecen de amilasa en la saliva. Esta enzima es fundamental para procesar los hidratos, por lo que el páncreas puede verse muy forzado al tener que asumir gran parte del trabajo. Los carbohidratos se convierten en glucosa que pasa a la sangre y, si no se asimila, se convierten en grasa, provocando un aumento de peso en el perro o gato y, además, incrementando el riesgo de diabetes a largo plazo.
Por eso esta nueva gama de alimentación, elaborada por marcas de reconocido prestigio como Acana, Nutro, Orijen, Taste of the Wild, Profine, Arden Grange, Natural Greatness… supone el colofón a toda una evolución en la fabricación industrial de comidas para mascotas que se inició a finales del siglo XIX, cuando lo que se daba de comer al animal eran fundamentalmente las sobras de la casa o los despojos que entregaba el carnicero. Fue en esas fechas cuando comenzó la fabricación de comida industrial a gran escala. Según recoge el libro blanco de Orijen, lo primero que se comercializó fue un pastel de carne elaborado por un electricista. En la década de 1930 se elaboró un pastel seco elaborado con harina de carne, y abrió la puerta para que otras empresas elaboraran alimentos secos a base de productos que de otro modo no tendría ninguna esperanza de comercialización. Comenzó entonces a utilizarse el cereal como relleno en estos productos por aumentar la conservación del pienso de manera barata y además proporcionar al animal energía de manera rápida.
Esa fórmula inicial se fue perfeccionando posteriormente con la aparición de los piensos Premium y las supuestas dietas específicas en función de las necesidades de los animales con algún problema concreto, pero siempre con la misma base de baja proteína y gran cantidad de cereal. Un panorama que vive ahora un vuelco con estos piensos con los porcentajes de ingredientes totalmente invertidos.
Según www.okmascota.es “como dueños de mascotas y personas muy involucradas en el mundo animal estamos plenamente convencidos de que los piensos naturales son el futuro de la alimentación animal. El nivel de desarrollo que tienen en la actualidad estos piensos permiten elegir entre una amplia variedad de ingredientes para ajustarse plenamente a las necesidades de los animales en función de su actividad física o peculiaridades nutricionales”.
“Además es muy importante tener en cuenta que al estar fabricados por grandes compañías han dejado de ser un artículo exclusivo y al alcance de unos pocos para convertirse en productos absolutamente competitivos en precio con cualquier pienso de alta gama del mercado. Nosotros hemos querido contribuir a su distribución y comercialización en toda España a través de una plataforma on line con envío gratuito a domicilio a partir de 30 euros, un formato de compra ideal si tenemos en cuenta que lo normal es comprar sacos de 10-15 kilos que el usuario se evita tener que transportar a su casa”,
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